REDACCION DIGITAL. – Este miércoles se conmemora el Día Mundial de la Leche Escolar, una fecha clave para resaltar su importancia en el desarrollo físico e intelectual de los niños.
Esta fecha fue establecida en el año 2000 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la cual dispuso que su conmemoración se lleve a cabo el último miércoles del mes de septiembre cada año.
Según la FAO, esta iniciativa surgió con el objetivo de incentivar el consumo de leche en el hogar y en las escuelas. En el 2022, la FAO resaltó la importancia de esta conmemoración asegurando que la misma «nos brinda la oportunidad para enfocar toda nuestra atención en la leche, publicitando las actividades conexas que se realizan en todo el sector lechero. Muchos países han elegido celebrarlo el mismo día, lo que permite a las actividades que se realizan a nivel nacional tomar una dimensión global y además darle a la leche un perfil universal».
El consumo de leche se ha demostrado como fundamental en la dieta de los niños. Contiene proteínas, vitaminas (A, B, D), calcio, potasio, fósforo, magnesio y aminoácidos esenciales, elementos cruciales para un crecimiento saludable y un desarrollo cognitivo óptimo. Estos nutrientes contribuyen directamente a fortalecer los huesos, mejorar la función cerebral y en consecuencia, facilitar el proceso de aprendizaje de los niños en la escuela.
En el año 2012, Michael Giffin, miembro de la FAO, escribió un ensayo titulado “La Importancia de la Leche en las Escuelas’’, en el cual señaló que en lo que respecta a su valor nutricional como alimento en la dieta infantil, la leche es “la ganadora indiscutible” y por ende, los programas escolares son claves para reforzar el consumo de este producto por encima de otras bebidas con poco valor nutritivo.
“La experiencia demuestra, que aunque sea un hecho que la leche es más nutritiva que otras bebidas, esta percepción no es suficiente para expandir el rol de este alimento en la dieta infantil”, señaló Griffin.
Un vaso de leche al día no sólo favorece el bienestar físico, sino que también es una herramienta para combatir la malnutrición, una realidad que afecta a miles de niños en zonas vulnerables de América Latina y otras regiones subdesarrolladas. Según fuentes, se estima que alrededor de 160 millones de niños en 62 países, reciben leche a través de programas de alimentación escolar, garantizando así una base nutricional sólida.
