SANTO DOMINGO.- La región norte de la República Dominicana continúa enfrentando un desafío histórico: la falta de una conexión vial eficiente entre Santiago y la costa Atlántica debido a la barrera natural que representa la Cordillera Septentrional. Este obstáculo ha limitado el crecimiento logístico, encarecido el transporte de mercancías y ralentizado el desarrollo turístico entre las dos zonas más dinámicas del país.
La Autopista del Ámbar, impulsada por el Gobierno dominicano, surge para corregir esa distorsión estructural.
El proyecto, según los pliegos de licitación publicados por el Fideicomiso RD-Vial, contempla una vía de aproximadamente 35 kilómetros a un costo estimado de RD$ 32 mil millones, diseñada para unir la Circunvalación Norte de Santiago con la carretera Puerto Plata-Sosúa. Su ejecución marca un punto de inflexión para la movilidad de la región norte.
Autopista del Ámbar: impacto económico directo para el Cibao y la costa norte
El trazado permitirá atravesar la Cordillera Septentrional en menos de treinta minutos, lo que representa una reducción cercana a 56 minutos respecto al tiempo actual entre Santiago y Puerto Plata.
Este ahorro se traduce también en beneficios económicos: el estudio preliminar estima una reducción de costos operativos de aproximadamente 532 pesos por viaje.
En términos de productividad, la conexión rápida y estable entre ambas provincias reducirá los tiempos logísticos de las empresas agrícolas, industriales y exportadoras del Cibao. Tendrán acceso más ágil al puerto de Puerto Plata, una condición crítica para mejorar la competitividad internacional de la región.
En el ámbito turístico, la obra integrará en un solo circuito a Santiago, Moca y Puerto Plata. Esto permitirá que los viajeros puedan combinar playas, cultura, oferta hotelera y dos aeropuertos internacionales, reforzando el posicionamiento de Puerto Plata como destino con múltiples accesos. Según declaraciones del presidente Luis Abinader, la autopista acercará las ciudades al punto de funcionar como una misma metrópoli turística y comercial.
Por qué la APP no funcionó: altos costos financieros y tráfico insuficiente
El proyecto fue inicialmente concebido como una alianza público-privada. Sin embargo, la licitación fue declarada desierta ante la falta de interés del sector privado.
Los análisis realizados por la DGAPP y el Ministerio de Obras Públicas indicaban que el tráfico vehicular no sería suficiente para dar el retorno y flujos esperados por los inversionistas a través del cobro de peaje, lo que habría obligado al Estado a crear mecanismos de “peaje sombra” o subsidios de demanda, opción descartada por el Gobierno por su impacto negativo en las finanzas públicas.
El director de la DGAPP, Sigmund Freund, explicó en su momento que para concretar la APP era necesario que el Estado asumiera parte del financiamiento o garantizara ingresos mínimos durante la operación.
RD-Vial: el mecanismo más eficiente para financiar la Autopista del Ámbar
Ante la inviabilidad de la APP, el Gobierno canalizó el proyecto a través del Fideicomiso RD-Vial, entidad dirigida por Hostos Rizik y que administra la red nacional de peajes y puede emitir financiamiento utilizando los flujos garantizados del sistema. Este modelo ofrece tres ventajas clave:
Menor costo financiero, al respaldarse en ingresos ya existentes.
Transparencia, al someterse a los procesos de contratación pública bajo la Ley 340-06.



