Florentino Durán
Higüey, La Altagracia, RD
Michael Rijo Cuevas, con apenas 16 años de edad, jamás pensó que encontraría la muerte, junto a su hermanita en el interior de la tienda de celulares donde se aprestaba a comprarle el regalo del Día del Padre a su progenitor, el que nunca entregó.
Lo que fue un anhelo que culminaría ayer con un agrado a su vástago en una fecha tan especial, terminó convirtiéndose en un velatorio de dos hermanos, debajo de una carpa y mucha tristeza en el barrio 21 de Enero, bañado por la tragedia que dejó siete muertos y 9 heridos.
La hermana de Michael, Jineiry, laboraba en la tienda de celulares y entraron justo en el momento en que el pistolero entró “enloquecido”.
Los dos hermanos figuran entre las víctimas de la tragedia provocada por el pistolero Ángelo Santana de 39 años, quien luego de herir a su esposa y dejarla por muerta, salió disparando a todo quien encontraba en su camino provocándole la muerte a seis e hirió a alrededor de 20 otras personas.
El pistolero-asesino Ángelo Santana Cedano de 39 años sufrió heridas de arma de fuego tipo pistola con orificio de entrada en tórax anterior sin orificio de salida, así como orificio de entrada en abdomen. Los cuerpos fueron colocados en la morgue del hospital municipal de Higüey.